“Municipio de Malinalco”

El nombre de Malinalco  proviene del náhuatl Malinalxoch, de malinalli y xochitl (flor), y su significado es 'la flor de Malinalli'. O bien, del náhuatl "malinalli" (yerba) y "co" (en). El toponimio de Malinalco es un cráneo de un ojo rojo, y con un tocado de la yerba malinalli. Malinalli es una planta enredadera, parecida al zacate, de la familia de las gramíneas, y que tiene frutos amarillos, utilizada para tejer y crear utensilios. Es también conocida como 'zacate del carbonero' por que se usa para formar las sacas del carbón y para hacer las cuerdas que las aseguran.


El nombre de Malinalco refiere al tolnapohualli o calendario azteca y corresponde al duodécimo signo de los 20 del mes, es decir malinalli, según los Anales de Quauhtinchan. Otro jeroglífico, en el Códice Borgia, aparece el duodécimo  día malimalli con la bandera pámitl, que se refiere al sacrificio humano y a la muerte.Por su parte el Códice Boturini, lo designa como Tira de la Peregrinación. En Matrícula de Tributos (Códice de Moctezuma), el toponimo de Malinalco se interpreta por un cráneo humano rematado por seis estilizaciones de la planta malinalli florecida, éste se utiliza oficialmente.



Historia

Los primeros poblamientos en la región de Malinalco se registran en la época del, “posclásico temprano y el inicio del Tardió” época de movimientos de pueblos en el altiplano y de otras naciones procedentes de la “Frontera Norte de Mesoamerica”.


Según Luis Galván Villegas, la noticia más antigua de Malinalco es cuando fue colonizado por un grupo culhua encabezado por Cuauhtepexpetlatzin que se acababa de establecer en Culhuacán; aquél considera que se dio en el siglo XII, “cuando los toltecas ocupan Culhuacán en la Cuenca de México”, Galván Villegas agrega: ...para ese tiempo Malinalco ya estaba poblado con gente de raigambre matlazinca, y tal vez los ocuiltecos eran vecinos ya que la lengua matlazinca se deriva del otomí suriano y el ocuilteca.

Por otro lado, José García Payón asegura que en el México antiguo, Malinalco formó  parte del área matlazinca y que inclusive su habla se conoce  que existía desde el año 600 d.C.

A Malinalco llega el monarca chichimeca Xólotl, ésto en el año ce-técpatl. Fernando de Alba Ixtlilxóchitl, en la sumaria relación de las cosas de la Nueva España, explica las actividades de este rey que con un gran contingente pobló, repartió territorios y muchos de ellos ocupados antes por los Toltecas quienes estaban en plena decadencia. Asimismo, menciona que Xólotl entregó  los territorios a sus nobles  y de qué manera los chichimecas fueron poblando vastas regiones. Al cabo de un periodo de cierto entendimiento entre los aztecas y los malinalcas, posteriormente, en 1476, los aztecas bajo el mando de Axayácatl, sojuzgaron a los pobladores vecinos de Tenochtitlán, ésto es comentado por diversas fuentes, entre ellas la de Sahagún, en su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España.


A la llegada de los españoles, Malinalco se comportó contrario a esta invasión y conquista; Andrés de Tapia tuvo el encargo de hacer rendir a los de Malinalco y Ocuilan (después de la noche triste). La tierra recién pacificada se organizaría en el régimen de encomiendas; en Malinalco las primeras fueron otorgadas a Cristóbal Rodríguez de Ávalos y a la Corona. Fue Cristóbal Rodríguez, encomendero ejemplar, quien influyó en la tarea evangelizadora y apoyó para la edificación del convento. Los franciscanos, primeros encargados de la trascendente tarea misionera a partir de 1524, van recorriendo las tierras recién conquistadas; en 1526el arribo de los dominicos amplía la red evangelizadora. Sería hasta la llegada de los agustinos en 1533, la última orden en llegar y a ella se le designa Malinalco, ya que estos frailes se instalan en esa red misionera cerrando los huecos territoriales que les habían dejado los franciscanos y los dominicos. Los agustinos se dirigen primero a Ocuilan, fundación que se completa con la de Malinalco después de la Reunión o Capítulo 1540; ésto conforme a las reglas que establecían que el costo de los monasterios sería asumido en su mayor parte por el encomendero, en este caso por Cristóbal Rodríguez, altruismo que les es reconocido, dándole al monasterio de Malinalco, el nombre inicial de “San Cristóbal” ahora del Divino Salvador.


La iglesia convertida en parroquia, contó con apoyo en la atención a los feligreses, gracias a la erección posterior de capillas; es probable que en un principio las edificaciones estuvieran hechas con techos de paja en cada uno de los barrios y en ciertos pueblos, sumando once en total; buenos ejemplos de ello son San Nicolás Tolentino y Jesús María en el actual pueblo de San Nicolás.

Historia

Por otro lado, la hacienda de Jalmolonga fue la más importante de la región de Malinalco, formó parte de la Encomienda otorgada a Cristóbal Rodríguez en los años inmediatos a la conquista; la historia se precisa cuando los jesuitas penetran en el territorio al adquirir lo que ya era ingenio o trapiche de Jalmolonga; la actividad azucarera ampliamente redituable devino en uno de los muchos quehaceres que los jesuitas usufructuaron en el beneficio del sustento de su colegio capitalino de San Pedro y de San Pablo, ya que el trapiche de Jalmolonga se unían otras haciendas en el actual estado de Morelos como la de Cuautla; el esfuerzo de estos clérigos fue apoyado por la Corona con tierras y donaciones en efectivo. La expulsión de los jesuitas trajo trastornos para la región; a pesar de que la Corona se encargó de atender a los bienes que daban sustento a los colegios eregidos por la orden, las nuevas situaciones obligaron a la Corona a liberar dichos bienes; ésto se llevó a cabo por decreto de Carlos III; sin embargo, esta hacienda no dejó su productividad al olvido siendo la misma en 1775, año en que fue adquirida por el conde de Regla, Manuel Romero de Terreros.


Por otra parte, la evangelización de Ocuilan al igual que la de Chalma estuvo a cargo de los frailes agustinos; se sabe que el lugar de la aparición de Chalma fue precisamente el centro del peregrinaje donde se rendía culto a Oztoteotl  que según el historiador Romero Quiroz se trataba de un Santuario dedicado a Tezcatlipoca y sitio de sacrificios humanos; también se menciona que en conocimiento de los agustinos la continuidad de estas prácticas probablemente obligó en 1573, a Fray Nicolás de Perea y Fray Sebastián de Tolentino, por medio de rezos y prédicas, a configurar el milagro. Los primeros habitantes del santuario fueron dos ermitaños: Bartolomé de Jesús María, quien radicó en este sitio en 1623, al que más adelante lo acompañó  Fray Juan de San José, ambos edificaron una pequeña capilla. Estos eremitas, entre oraciones y penitencias atrajeron poco a poco a los peregrinos; los santos varones iniciaron la construcción de un pequeño convento que siguió bajo el cuidado de los agustinos. Se debe recalcar que al Santo Cristo de Chalma se le rindió culto en la cueva de aparición durante más de un siglo y que parte del templo actual ocupa el sitio de la iglesia inicial cuya edificación se concluyó en 1683. 


Para los tiempos de la Independencia es necesario mencionar la estancia de Don José María Morelos y Pavón en Malinalco el 8 de enero de 1813; en esta localidad firmó un documento, el cual según Javier Romero Quiroz, “es considerado como una histórica constancia de su conocimiento de las Leyes Indias, inspiradoras en gran parte de sus convicciones agrarias”; dicho documento “ordena que se devuelva a México una carta del cabildo eclesiástico en la que éste pedía donativos para ayudar en la guerra peninsular contra los franceses”.


Al organizarse México como nación independiente, Malinalco, que durante la Colonia fue alcaldía mayor, se convirtió en partido y fue dotado de un ayuntamiento. En una Memoria presentada el 26 de marzo de 1834, por el gobernador del Estado de México se presentó a la Legislatura local un informe completo de la situación en que se hallaba la industria agrícola, fabril y mercantil.


Después de la guerra de Reforma que puso fin al gobierno conservador y llevó al poder a Benito Juárez, los jefes reaccionarios y gavillas siguieron peleando durante los primeros meses de 1861; como refugio tenían las montañas de Ocuilan y Malinalco. Con la aplicación de las leyes de Reforma, los edificios, propiedades eclesiásticas y demás pasaron a manos del estado; en toda la república se aplicó la ley de desamortización de bienes eclesiásticos y en Malinalco, los conventos agustinos continuaron funcionando a la comunidad, pero su dueño era, sin duda, el estado.


Durante la Revolución, y por la proximidad de Malinalco con el estado de Morelos tuvo que ser partícipe de los embates revolucionarios y se unió al bando zapatista. Los de Malinalco al tener descontentos con el gobierno de Porfirio Díaz y el del gobernador del Estado de México, Fernando González, el cual seguía la misma línea del primero, vieron la forma de rebelarse cuando las fuerzas de Emiliano Zapata irrumpieron en la zona, el 10 de abril de 1912, según Gómez Brito, antiguo cronista de Malinalco; tal vez, hay un error en elaño, pues Antonio Gutiérrez dice que la llegada de los zapatistas a Malinalco fue en ese mes ,pero en 1911. Los malinalquenses se pusieron a las órdenes del general de división Genovevo de la O; por otra parte, se dice que el joven médico Gustavo Baz Prada tomó parte en la toma de Malinalco por los zapatistas, todo ello se encuentra explicado en el libro de Gómez Brito, Síntesis histórica de Malinalco. En 1913, tanto zapatistas como carrancistas se disputaron el control de la zona, el 23 de abril de ese año se informó que había “una gran cantidad de rebeldes y que sus avanzadas llegan hasta cuatro Km. de la hacienda de la Tenería”. Durante el periodo de Victoriano Huerta, Malinalco permaneció leal a las fuerzas zapatistas. El gobierno trató de erradicar los brotes revolucionarios y recomendó a los hacendados comprar armas para defenderse, sin embargo la respuesta fue nula, ya que temían a los revolucionarios.  


Gobierno

En Malinalco su gobierno se encuentra depositado en un órgano colegiado y deliberante denominado ayuntamiento, el cual se integra por un presidente, un síndico procurador y diez regidores; en la administración actual seis pertenecen al Partido Revolucionario Institucional (PRI), uno al Partido Acción Nacional (PAN) y tres al Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Presidente Municipal

Síndico

Secretario del H. Ayuntamiento

Tesorero

Juez

Autoridades Auxiliares

Como auxiliares del ayuntamiento en el desempeño de sus funciones existen en el municipio 15 consejos de participación ciudadana y 38 comités ciudadanos de control y vigilancia. En apoyo a la administración pública la mayoría de las poblaciones cuenta con delegados electos popularmente; de ese, modo se cuenta en el municipio con un total de 101 delegados; también se cuenta con 14 comisariados ejidales que se involucran en la vigilancia del sistema agrario-comunitario.


PERSONAJES ILUSTRES


Luis Mario Schneider

Nació en Argentina en 1931 y murió en México en 1999, Doctor en Letras por la UNAM, trabajó como investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM y como miembro del Sistema Nacional de Investigadores (III nivel) desde 1985, se menciona en este apartado porque vivió alrededor de veinte años en el municipio de Malinalco, en el cual fue cronista; fue especialista en Literatura Mexicana e Hispanoamericana; enseñó y dictó conferencias en universidades nacionales y extranjeras. Su novela la resurrección de Clotilde Goñi obtuvo el premio “Xavier Villaurrutia” en 1977. En 1998 apareció Refugio, otra de sus novelas. Dentro de su labor de rescate preparó ediciones, antologías y obras completas de escritores como Jorge Cuesta, Efrén Hernández, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer, Octavio Paz, entre otros. En 1992 obtuvo el premio “Luis Cardoza Aragón” con su libro José María y Petronilo Monroe, los hermanos pintores de Tenancingo; en 1996, el Premio Universidad Nacional Autónoma de México en el área Creación Artística y Extensión de la Cultura y el mismo año el Gobierno del Estado de México le hizo merecedor de la Presea Estado de México en el área de Artes y Letras “Sor Juana Inés de la Cruz”.


José María Yermo y Parres

Nacido en la hacienda de Jalmolonga el 10 de noviembre de 1851 y falleció el 20 de septiembre de 1889 en Puebla, el mismo día de su nacimiento fue bautizado en la capilla de dicha hacienda, a los 50 días de su nacimiento quedó huérfano de madre y su padre lo trasladó a la ciudad de México; en 1853 fue confirmado en la capilla del Señor de Burgos del Convento de San Francisco y en 1860 hizo su primera comunión. En 1865 inició sus estudios de gramática latina bajo la orientación del presbítero José María Márquez, y el 9 de mayo de 1867 ingresó como novicio en la congregación de San Vicente de Paul, donde permaneció hasta 1870; entre 1871 y 1872 asistió en calidad de catequista a varias misiones y luego sirvió como familiar al arzobispo Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos. En 1874 volvió a la congregacióny pasó a Guanajuato; en 1876 recibió las cuatro órdenes menores, renunciando después a ellas, excepto al voto de castidad. Para 1878 solicitó y logró la presentación del juramento, y el 25 de septiembre fue admitido como domiciliario del arzobispado de México; Capellán de coro y segundo maestro de ceremonias en 1879; diácono el mismo año; prosecretario de la mitra en 1881; secretario en 1882. En 1885 fundó, en León de los Aldamas, el Instituto de Siervas del Sagrado Corazón y de los Pobres. Pasó a Puebla el 19 de julio de 1889 y falleció allí. El 4 de abril de 1978 la iglesia diocesana del pueblo de los Ángeles y las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, pidieron al Papa Paulo VI la beatificación y canonización del padre Yermo y Parres. La figura del Padre, después de haber pasado por el grado de venerable y de Siervo de Dios, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II durante su segunda visita a México en 1990, junto a los nombres de Juan Diego y los tres niños Mártires de Tlaxcala.


Cronología de Hechos Históricos


AÑO EVENTO


1525 Primeras visitas evangelizadoras a cargo de los frailes franciscanos.


1526 Arribo de los dominicos para ampliar la red evangelizadora.


1533 Llegada de los agustinos, la última orden en arribar.


1540 El monasterio de Malinalco es fundado bajo la dirección del vicario provincial la órden agustina, Jorge de Avilés.


1813 Don José María Morelos y Pavón pisó las tierras de Malinalco.


1826 Malinalco cumplió con los requisitos y fue ratificado su ayuntamiento por el gobernador Melchor Múzquiz, según consta en la Memoria del 15 de febrero de aquel año; de esta la fecha de erección del municipio de Malinalco corresponde al 1º de enero.


1834 En una Memoria presentada por el gobernador del Estado de México, Félix Aburto, Malinalco apareció como un pueblo donde ya había ayuntamiento, a él pertenecían San Sebastián, Santa Ana y San Simón el Alto.


1849 Durante el gobierno de Mariano Arizcorreta, en el Estado de México, se presentó a la Legislatura local un informe completo de la situación de la industria agrícola, fabril y mercantil, en él se mencionaba que Malinalco contaba con un ingenio de azúcar, una hacienda de miel, dos fábricas de aguardiente de caña y una de mezcal.


1867 Se suscitaron pequeños brotes de movimientos armados en contra del despojo de tierras, aguas y caminos.


1872 Bajo el Decreto número 128, siendo gobernador interino del estado, Antonio Zimbrón, se aclara que Chalma pertenece a la municipalidad de Malinalco y es eregido como pueblo.


1911 Llegada de los zapatistas a Malinalco.


1913 Zapatistas y carrancistas se disputaron el control de la zona.


1935 El general Lázaro Cárdenas inicia una gira presidencial por los estados de Morelos y de México, el trayecto comenzó en las llamadas sierras zapatistas.



Geografia

El municipio de Malinalco se localiza en el extremo sur occidente del Estado de México. La cabecera municipal se encuentra a 65  kilómetros de la ciudad de Toluca y a 95  kilómetros de la capital de la República.  Sus límites son: al norte, con los Municipios de Joquicingo y Ocuilan, al sur con los municipios de Zumpahuacán y Tetecala (Estado de Morelos), al este con el municipio de Miacatlán (Morelos) y al oeste con Tenancingo. Sus coordenadas geográficas son las siguientes: máximas: 18° 59’ 54” de latitud norte y 99° 32’ 44” de longitud oeste; mínimas: 18° 46’ 04” de latitud norte y 99° 25’ 56” de longitud oeste.


La superficie municipal es de 199.30 km² (kilómetros cuadrados), representando el 0.89 % del territorio estatal, se tienen dos zonas de litigio con los  municipios de Ocuilan y Tenancingo, contando para el año 2005 con una población de 22,970 habitantes, representando el 0.163 % del total de la población del estado.


• La cabecera municipal se ubica a los 18° 56’  54” de latitud norte y a los 99° 29’ 41” la longitud oeste del Meridiano de Greenwich.

Los terrenos que se encuentran en el municipio de Malinalco se